Periodistas nicaragüenses denuncian su condición de “apátridas de facto”
Periodistas nicaragüenses exiliados denuncian “apatridia de facto” y piden acciones concretas a la comunidad internacional ante la creciente represión del régimen de Ortega.

Periodistas nicaragüenses durante una conferencia de prensa este miércoles en el Colectivo Nicaragua Nunca Más
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Un grupo de periodistas nicaragüenses exiliados en Costa Rica denunció ante la comunidad internacional más de 20 casos de “apatridia de facto”, entre trabajadores de prensa, lo que refleja la escalada de represión contra la prensa independiente en Nicaragua.
“En vista de esta grave situación en la que se encuentran decenas de periodistas nicaragüenses en el exilio, instamos al Comité para la Protección de Periodistas, a Reporteros sin Fronteras y a la Red Centroamericana de Periodistas a pronunciarse”, manifestó el periodista Gerald Chávez en una conferencia de prensa.
Chávez explicó que existen casos documentados que evidencian la apatridia de facto en la que se encuentran periodistas nicaragüenses que viven en el exilio.
En su caso, relató que solicitó la renovación de su pasaporte en 2023 ante el Consulado de Nicaragua en San José. La respuesta que recibió fue que su pasaporte “no se iba a entregar”. “Me informan que, si quiero mi pasaporte, debo ir a Nicaragua. ¿Qué implica ir a Nicaragua para un periodista? La cárcel o la muerte”, advirtió.
Chávez también intentó obtener su certificado de nacimiento con ayuda de familiares en Nicaragua, pero el documento le fue negado.
Periodista Gerall Chávez muestra su pasaporte vencido y un documento que evidencia la negativa de su país de renovarle su documento. Foto Donaldo Hernández / REALIDADES
Otro caso es el de Tania López, periodista originaria de León, a quien le fue confiscado su pasaporte el pasado 12 de julio de 2024. Además, fue amenazada con ser detenida, al igual que sus familiares, si intentaba hacer alguna consulta en instituciones estatales sobre su documentación.
Nayel Martínez, periodista del diario La Prensa, tiene una prohibición de entrada al país, lo que la convierte en una persona con “muerte civil”.
Actualmente solicita refugio en Costa Rica y no puede acudir al consulado nicaragüense por razones de seguridad. Por su parte, el fotoperiodista Óscar Navarrete relató que su pasaporte fue perforado, dejándolo inválido, y al solicitar uno nuevo, la solicitud fue rechazada.
Los periodistas hicieron un llamado a las naciones democráticas que han otorgado la nacionalidad a más de 400 personas desnacionalizadas, para que también tomen medidas de protección hacia los periodistas nicaragüenses en el exilio, quienes —afirman— están “desnacionalizados de facto”.
“Solicitamos no solo la solidaridad internacional, sino acciones concretas por parte de estos países democráticos”, agregaron.
La apatridia de facto no está reconocida formalmente por la comunidad internacional. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) define como apátrida “a una persona que no sea considerada como nacional suyo por ningún Estado, conforme a su legislación”.
Sin embargo, la abogada experta en temas de nacionalidad, Ivonne Garza, define la apatridia de facto como las “barreras fácticas que hacen imposible el ejercicio de la nacionalidad”, como la confiscación o la imposibilidad de renovación de documentos de identidad y pasaportes.
Por su parte, Gonzalo Carrión, miembro del Colectivo Nicaragua Nunca Más, señaló que como organización son “testigos de esa arremetida muy particular contra los periodistas… No hay comparación en el mundo con esta modalidad, que pretende causar daño a las personas dejándolas en la apatridia”.
Hasta febrero de 2025, el Observatorio para la Libertad de Prensa de la Asociación de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) contabilizaba 283 periodistas en el exilio, muchos de ellos sin documentos nicaragüenses vigentes.